martes, 22 de diciembre de 2009

El Enemigo de Dios

Tras una época de precariedad y batallas, el bravo guerrero Arturo ha logrado instaurar la paz entre los reinos britanos, y todo parece apuntar a una felicidad perpetua: el trono de Mordred está a salvo, Ginebra lleva en sus entrañas al hijo de Arturo, Lancelot está a punto de casarse. Sin embargo, Arturo, con su arrogancia de soldado, ha desdeñado la influencia de los caprichosos dioses paganos y de su aliado Merlín. Éste trata de reunir los trece objetos sagrados esparcidos por toda Britania para restituir el imperio del caos y expulsar a los sajones; tal vez porque la magia existe, siempre que haya quien crea en ella.
Cornwell reproduce con su proverbial realismo el choque de religiones, la creación de un nuevo modo de enfrentarse al mundo tras la caída del Imperio romano y la forja de héroes en los que creer.
Pero los sufrimientos de Arturo parecen no tener fin, sus adversarios son tenaces, y aun así en esta segunda entrega de las Crónicas del Señor de la Guerra el rey persevera en el cumplimiento de los altos ideales de la moral caballeresca.
El capítulo del Sendero Tenebroso, la coronación de Mordred como rey de Dumnonia y sobre todo el irresitisble final de la novela se cuentan entre las páginas más inolvidables de un auténtico maestro del género.
La emoción y la aventura están aseguradas.
Las Crónicas del señor de la guerra es una triolgía formada por El Rey del invierno, El enemigo de Dios y Excalibur (próximamente en 2010) y publicada en el sello Marlow (Edhasa).

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