El azar ha convertido a Nathaniel Starbuck en un
“copperhead”, un norteño que en la guerra de Secesión americana lucha en el
bando del Sur rebelde.
Con la ayuda de Allan Pinkerton, su jefe en el
servicio de información, el general McClellan está convencido de poder llevar a
los nordistas hasta las puertas de la capital rebelde, Richmond. Starbuck,
expulsado de su regimiento por su fundador, el vanidoso Washington Faulconer,
deberá recorrer un arduo camino para reunirse de nuevo con sus camaradas:
pasará por las cárceles inhumanas de Richmond, cruzará los ensangrentados y
humeantes campos de batalla de Virginia, e incluso se infiltrará en el alto
mando del ejército nordista. Porque Starbuck se ha unido a la “guerra en la
sombra” de la traición y el espionaje, en la que nada es seguro y en nadie se
puede confiar.
Uno de los los aspectos más destacados por la crítica
acerca de esta novela es la penetrante visión que ofrece sobre los servicios
secretos en tiempos de guerra. Sirviéndose de unos personajes y unas tramas
secundarias perfectamente construidos, Bernard Cornwell, aborda una cuestión un
tanto espinosa: las circunstancias que llevan a determinados personajes a
convertirse en espías.
Por otra parte, el autor tiene ocasión de nuevo de
demostrar que, como ha escrito recientemente George R. R. Martin, “no ha nacido quien
narre las grandes batallas mejor que él.”