lunes, 18 de octubre de 2010

La tierra en llamas


Los últimos años del siglo ix fueron una época llena de peligros para Inglaterra. La salud de Alfredo de Wessex, el hombre que tantas victorias alcanzase, se resiente de ello; su sucesor es un joven carente de experiencia, y los vikingos, que tantas veces han visto cómo se frustraban sus aspiraciones de conquistar Wessex, creen llegado el momento de atacar.
Uhtred, señor de la guerra de Alfredo aun a su pesar, tiende una trampa al enemigo y, en Farnham, inflige a los vikingos una de las peores derrotas. Pero tras la victoria, Uhtred habrá de hacer frente tanto a una tragedia familiar como a los ataques de los secuaces de Alfredo, recelosos de su popularidad y del trato que el monarca dispensa a un pagano. Uhtred rompe con Alfredo, quebranta su juramento de lealtad y regresa al norte, a su terruño, convertido de nuevo en vikingo.
Etelfleda, la hija de Alfredo, casada con un señor de Mercia que sólo aspira a ser el sucesor de su suegro, será la única persona capaz de conseguir que Uhtred vuelva a defender la causa sajona. Uhtred se pone así al frente de las desmoralizadas tropas de Mercia, con las que llevará a cabo una arriesgada apuesta que concluirá en un baño de sangre a orillas del Támesis.
La tierra en llamas es una espléndida novela que recrea un período de la historia inglesa apenas conocido.

Excalibur, tercera entrega de las Crónicas del Señor de la Guerra.


En sus ansias por reunir de una vez por todas los trece objetos sagrados esparcidos por toda Britania, Merlín y Nimue encargan a Derfel Cardan que obtenga el último de ellos: la mítica espada del rey Arturo, Excalibur. Dos terribles luchas en las que la religión y la política están inextricablemente ligadas están a punto de resolverse.
Mientras los hombres de Arturo se preparan para afrontar la batalla decisiva contra los sajones invocando a sus dioses, Merlín y Nimue inician un sangriento ritual que implica el sacrificio de un rey. Sin embargo, por extraños caminos en los que se cruza el cautiverio de Ginebra a manos de Morgana, los hechiceros y el rey Arturo unirán sus fuerzas para enfrentarse a una nueva invasión de Dumnonia emprendida por los sajones, cuyo desenlace será la terrible y violentísima batalla de Camlann. La mítica isla de Avalon les espera al final de este tortuoso camino, pero no todos los héroes llegarán a ella.